«Realmente no hemos hecho un esfuerzo por trabajar para la popularidad, sino por, realmente, asegurar que México tenga calidad de vida en su población, haya condiciones de mayor bienestar; podamos abatir los niveles que por muchos años hemos tenido en rezago, pobreza, desigualdad; y lograr que México pueda crecer económicamente. Es algo que se va dando en un proceso, paso a paso, tiempo a tiempo, y la sociedad, creo yo, tendrá la oportunidad de tener un balance y evaluación de lo que estemos haciendo. No trabajo ni dedico el empeño a colocarme medallitas, ni a tener logros personales. Son logros que quiero tenga toda la nación y a ello estoy dedicado” Kike Peña Nieto en gira por Tlaxcala, México.
Medallas
«No trabajo ni dedico el empeño a colocarme medallitas» así, con una frase tan simple, tan sin el menor asomo de esfuerzo intelectual, y, lo que es peor, con la mayor desvergüenza posible, kike peña nieto )las minúsculas en los nombres de estos personajes son a propósito), el chico medallas, enfrenta el interrogatorio que reporteros le hacen con respecto a las cifras adversas que encuestas recientes dan a conocer, y en las cuales la popularidad del gerente (antes se les decía virrey) de México va en caída libre y por lo tanto está reprobado.Y es que, volviendo a la frasecita de peñita, no es posible que el gerente de México salga con sus domingueras para justificar, ante los medios, su estrepitosa caída en las encuestas y mucho menos es posible que su equipo de asesores no le haya «preparado» un buen argumento para capotear las preguntas «incómodas», pues, de ninguna manera es creíble pensar que en el gobierno de peña no estén al tanto de los menguados indices de popularidad que el inquilino de los pinos padece, y por lo tanto, sería una falta grave que su equipo de comunicación no le haya preparado (que el lo piense y diga en sus propias palabras es poco menos que imposible), los argumentos validos, inteligentes y necesarios para salir al paso de las inminentes preguntas sobre que «piensa» (insisto, creer que puede pensar por el mismo es poco menos que imposible) de la bajísima aceptación que, él, como gobernante, tiene ante la opinión pública. Aunque, por otra parte, es posible que esa respuesta que citamos al principio del presente artículo, sea obra de ese equipo, lo que ya nos daría mucho en que pensar sobre el nivel de preparación de la gente que rodea al gerente de México.
Egolatría y Jarrito de Tlaquepaque
Pero ahondemos un poco en esa intrigante, pequeña y sucia mescolanza de pensamientos que se esconden en el cerebro de un político y vayamos al obscuro rincón donde resguardan eso que se llama EGO y tratemos de averiguar que pasa con su amor propio cuando las encuestas no les favorecen: jajajaja no, mejor no, es por demás ocioso hacer un ejercicio psicológico sobre el ego del político, de antemano sabemos de la sensible piel de los políticos en general y de los mexicanos en particular y sabemos que este tipo de encuestas, donde los datos no favorecen al ente en el poder, son molestas e incómodas para ellos, ¡Más! cuando estos detentadores del poder viven en una burbuja que les aísla de su entorno y sólo saben del mundo real lo que sus lamebotas les cuentan, leen e inventan. Por lo que toda información que los baje de su ladrillo en que ellos se colocan y donde sus incondicionales los sostienen y que vaya en detrimento de sus futuras aspiraciones políticas o financieras, será pronto descalificada y quien la escribió será señalado como antimexicano, nada solidario y nada patriota, por lo que no tardará mucho en echarse a andar la maquinaria propagandista para acabar contra ese mal elemento que denigra a los «prohombres» de la política mexicana» (ejemplo: pues el caso Aristegui, sólo por mencionar el más reciente).
Justificamesta
Si a lo anterior sumamos que los pequeños dictadorcillos mexicanos (presidentes, gobernadores, secretarios de estado, ministros de la corte, jefes de gobierno, presidentes de institutos o comisiones, directores, subdirectores, presidentes municipales, delegados, jefes de departamento, encargado de oficina, secretarias y hasta porteros, afanadores y hasta viene viene- el femenino de cada uno de los puestos se los dejo a ustedes, yo ya me canse de esa moda tan políticamente correcta, muy lucidora, pero tan poco práctica y sumamente hipócrita-),son adictos a las justificaciones, las lavadas de mano, los yo no fui, los daños colaterales, las investigaciones hasta sus últimas consecuencias (últimas consecuencias que siempre son el olvido y la impunidad), y un largo etcétera, llegamos al punto en que nadie es culpable de NADA y por lo tanto todo aquel dato (estadística, investigación, reportaje, encuesta, dicho, rumor, vox populi), que se salga del guión perfectamente elaborado que todo el equipo de aduladores del político en turno han escrito para él (Y obvio para su EGO), será considerado como falso o tendencioso
Yo no fui fue tete…Ya me juzgará la historia.
Y es que en México es una práctica común el salirse por la tangente y eludir con dicharachos domingueros situaciones que comprometen la popularidad, buena imagen, éxito de la gestión de un personaje público, y hacen ver mal a un integrante de la clase política mexicana. En México, nunca de los nuncas escucharemos que un funcionario público mexicano se disculpe, acepte un error, se someta por voluntad propia a una auditoria de gestión, esté de acuerdo con la baja aceptación de sus políticas públicas y con la valides de sus opiniones y decisiones (Y este diagnóstico sirve también para los personajazos de la iniciativa privada -mexicanos y extranjeros- en todo lo referente a los productos y servicios chafas que venden u ofrecen) y presente, en consecuencia, su renuncia (en México se realizó el año pasado, 2014, una dizque Reforma Política-electoral, que por supuesto no incluyó la revocación de mandato y limitó al máximo la consulta popular). Ejemplos abundan, desde los funcionarios que culpan de sus fallos a hechos fortuitos u errores de otros o incluso al destino (recuerden el caso de la guardería ABC donde fallecieron 49 bebés y decenas quedaron con secuelas físicas de por vida, o el estallido que provoco decenas de muertes en el edificio de PEMEX donde la falla fue atribuida a una tubería de gas. Y no olvidemos la infinidad de disculpas y lavadas de manos en el caso Ayotzinapa que incluyen el «Ya Me cansé» de murillo karam), haciéndose a un lado, no asumiendo la responsabilidad de los efectos catastróficos de su negligencia, omisión, falta de preparación o a su excesivo gusto por las bebidas etílicas (felipe calderón ahí te llaman), mujeres (¡Animo Montana! paneros y chucheros), hombres (chayo robles ahí te llaman), o al poder y al dinero ( creo que les pasan lista a todos los políticos mexicanos…-pero es que… todos, dije todos los políticos),
y de plano le sacan la vuelta de la manera más cínica y soberbia al minimizar todo indicio o prueba de un acto delictivo o crimen atribuibles a ellos o a su equipo de trabajo; hasta deportistas que dicen que se hicieron su máximo esfuerzo y por lo menos se ganó en experiencia (los futbolistas mexicanos después de su enésimo fracaso en el mundial de panbol 2014), y como los responsables de investigar, juzgar y castigar a los que cometen esas faltas, son parte de la misma mafia gubernamental (Pues son colocados en esos puestos por los mismos a los que se va a juzgar; así la impunidad está asegurada, ejemplo reciente es el nombramiento como ministro de la suprema corte de justicia de la nación, eduardo medina mora casualmente compadre del gerente de México kike peña nieto), logrando con ello que las posibles consecuencias por sus faltas queden impunes y por lo tanto, las responsabilidades a los políticos mexicanos siempre les quedan güangas y los reclamos y denuncias en consecuencia se las pasan por el arco del triunfo, completando el cuadro de la impunidad soltando una buena cantidad de lana a «seudoperiodistas», empresas televisivas y radiodifundas (peñita «el chico medallas» nieto ha gastado en los dos años y medio de su gerencia, la nada despreciable cantidad de 2 mil 393 millones seiscientos mil pesos (unos 155 millones de dólares aproximadamente) -485 millones 600 mil en 2013 y un mil 908 millones en 2014 en números redondos- un promedio de 6 millones 300 mil pesos diarios, la mayoría de los cuales fueron a las arcas de las empresas Televisa y TVazteca -fuente periódico Reforma– en promocionar su imagen y las políticas publicas de su desgobierno y mover a México…al despeñadero ¡Y eso que no le importa su popularidad y colgarse medallas, que sino el gasto sería mayor!), encargados de elogiarlos a más no poder y con ello cerrar el circulo vicioso de la impunidad. Quedando, si no funciona todo lo anterior, como último recurso la muy sobada frase dominguera, favorita de todos los políticos sin importar colores ni sabores, la consabida «Ya me juzgara la historia».
JBTC @tenejapanboy
Chico Medallas: la frase es un juego de palabras muy conocido en México como un albur y alude a una parte del cuerpo y entregarla.
Frases domingueras: frases lucidoras, de ocasión, poco afortunadas.
Jarrito de Tlaquepaque: es un recipiente de barro para beber muy frágil y por extensión significa que es muy sensible a cualquier crítica
Cambio es 1 dólar equivale a 15 pesos mexicanos
México de Luto. No Olvidemos a los 43 de Ayotzinapa.