Por: @tenejapanboy
23 DE DICIEMBRE DE 2015
LOS HECHOS, LUGARES Y/O PERSONAJES DE ESTA HISTORIA SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO, SEMEJANZA O SIMILITUD CON HECHOS REALES, PRESENTES, PASADOS O FUTUROS, SON PURA, CANIJA Y RECONDENADA COINCIDENCIA, Y NO SON RESPONSABILIDAD DEL AUTOR.
LA NAVIDAD PRESENTE
Ebenezer dormía plácidamente, cuando otra vez el friecillo se le coló entre las piernas y aún sin querer, se tuvo que despertar y trató de reconocer el espacio donde se encontraba pero no lograba ubicarse a ciencia cierta.
El lugar era un patio, con arcadas en los cuatro lados que conformaban el cuadrángulo y que se repetían en un segundo piso que remataba con una techumbre sin ningún chiste y para ser sinceros, de mal gusto y peor hechura. Conforme Ebenezer se fue aclimatando notó que en una de las esquinas del patio, había una estatua de un hombre con el brazo derecho extendido y la mano izquierda sobre un segmento de lo que asemejaba un barandal. A lo lejos pudo distinguir la cara del hombre de la estatua, la cual tenía bigote y barba a la ducktail y mostraba un gesto serio y reflejaba una fuerza de carácter poco común, con todo el rostro se le hacía conocido, pero no atinaba a saber de donde. La estatua era de cuerpo entero y “vestía” un traje propio de principios del siglo pasado y cubría un “cuerpo” delgado. Billares, se encontraba en la esquina izquierda de donde se erguía la estatua, por lo que no alcanzaba a leer las letras doradas del nombre del personaje que estaban montadas sobre un zócalo de color negro, por lo que, incorporándose de donde estaba, caminó hacia la estatua sólo por curiosidad. Al estar a menos de un metro de distancia de la base de la estatua, Billares pudo leer el nombre del personaje a quien se le había erigido una estatua en ese recinto y descubrió que esa imagen era de Belisario Domínguez.
-¡Ah chinga! -dijo Ebenezer dando un respingo- ¿Este es Belisario Domínguez? -y mirando hacia arriba y con un tono que rayaba en lo burlón y haciendo una genuflexión irrespetuosa, pues la hizo de espaldas a la estatua, dijo- Mucho gusto don Beli, de usted tengo su medalla -no terminó de decir esto cuando estalló en vulgares carcajadas, tan fuertes fueron sus risotadas que cayó de bruces al suelo del patio y pataleaba de gusto.
En ese momento fue que Ebenezer oyó unas fuertes pisadas y trató de incorporarse al oír una sonora y clara voz que decía.
-Ya lo decía yo, que darle una medalla con mi efigie y nombre a un empresario, explotador y chupasangre, era como dar rosas a los cerdos. ¿Nunca has entendido Ebenezer que tú no eres más que un simple ser humano con dinero, pero que eso no te hace ni mejor, ni peor que el más miserable de los seres humanos sobre la tierra? ¿Que tú eres rico, por que has sabido sacar ventaja de la corrupción imperante en México y que los políticos se aprovechan de ti , como tú de ellos y ambos del pueblo de México?
Ebenezer por la risa tenía los ojos llorosos y no distinguía a la distancia quién era el que hablaba. Pero si hubiese volteado a ver la base de las estatua, se daría cuenta que la figura, de la que se había burlado, ya no estaba ahí.
-Desde los inicios de esta nación -peroraba como un gran orador, la voz del personaje que Ebenezer por las lágrimas, que se secaba ansiosamente, no alcanzaba a reconocer-. muchos de los potentados que se han beneficiado de la sangre y sudor de la inmensa masa de mexicanos pobres, ya sea campesinos y obreros, nunca han tenido el mínimo respeto por nuestra historia, ni por nuestras tradiciones y mucho menos por nuestra gente.
Por fin, después de muchos restregones de ojos, Billares reconoció al hombre que le hablaba; era Belisario Domínguez, quien ahora caminaba ya liberado de la rigides del metal, como cualquier ser humano luciendo un traje de tres piezas color negro ala de cuervo, que lo hacia ver muy delgado e imponía respeto y miedo a la vez. Ebenezer, cayó de nalgas sobre el duro piso del patio de la antigua casona de Xicotencatl, donde ahora se encontraba acompañado por Belisario Domínguez quien acercándosele a Ebenezer, le dijo.
–Ebenezer, yo soy el diablo de tu presente, y vengo a advertirte de que de los políticos no es bueno fiarse, aunque me imagino que eso ya lo sabes, pero siempre me será grato recordártela, perdón, recordártelo.
Ebenezer no daba crédito a lo que el suponia alucinaciones digestivas e incrédulo, se atrevió a preguntar ,mientras escuchaba a sus tripas rugir.
–Belisario Domínguez, ¿Cómo es posible que tú seas un diablo? a mi me dijeron , poco antes que me dieran la medalla con tu nombre, que tú eras un héroe nacional, que habías muerto por tus ideales y que habías sido un buen hombre, no entiendo como es que ahora me dices que eres un diablo.
-Simple Ebenezer, cometí el error de meterme a la política y con eso basta y sobra, nada de lo bueno que hice en la vida me salvó de convertirme en diablo. El simple hecho de haber sido político me condenó de por vida a hacer algo que detesto, pero que debo soportar como castigo, y la misma suerte correrán todos aquellos que sirven y trabajan para los políticos. pero déjame ilustrarte mejor. Has de saber Billares, que hay seis pecados imperdonables, no veniales, y por lo tanto mortales, que puede cometer un ser humano y condenarlo de por vida, y estos son: dedicarse a la política, ser empresario, ser comentarista de fútbol, ser microbusero, ser monero, y ser periodista, los seis irremediablemente te condenan al infierno -al decir esto Belisario se le nublaron los ojos e hizo una mueca de dolor, muy notoria-. y te informo que recientemente se hizo una consulta popular en el infierno, para decidir si se incorpora a esta lista el ser twittero y/o facebookero y youtubero y si de entre ellos, se toma como elemento condenatorio, el que suban fotos de ellos o ellas y además las pongan de avatar, estos, si son seleccionados, serán diablos menores al servicio de políticos del PAN y actuaran de por vida en el Big Brother Infernal. Y si, en esta consulta ganó el SI.
-Entiendo -dijo Billares resignándose sabía que ya era candidato a ser diablo y con muchos meritos- y dime ¿Qué tipo de diablo eres tú? Ya El Tigre me dijo que él era un Krampus, y ahora tengo curiosidad de saber que tipo de demonio eres tú.
Belisario, recobró la compostura y alisándose la barba, miró con ojos de fuego al irrespetuoso de Ebenezer y con voz de ultratumba le dijo.
-Yo soy un Karasu Tengu*, un demonio japonés que se encarga de llevar los mensajes de sus jefes.
-Pero tu eres mexicano -inquirió Ebenezer, con una sonrisa de superioridad, como insinuando que Belisario mentía- ¿cómo es que eres un demonio japonés? y además-agregó Ebenezer soltando una carcajada- jajajajaja, como te pusieron de mensajero, si tú ni lengua tienes.
-¡Mira insolente millonario de porquería!-estalló el Tengu Belisario, molesto y ofendido por la insinuación- yo primero soy comiteco, luego chiapaneco y después mexicano y los Tengu como yo, entre algunas de sus características es que somos el equivalente a extranjero para los japoneses, y ahora te advierto, no me colmes la paciencia, recuerda que este encargo contra toda mi conciencia y vete pensando muy bien como te diriges a mi pedazo de escoria humana, porque si colmas mi paciencia y sigues faltándome el respeto, olvidaré mi misión y te haré pagar todas las porquerías, que sé, has hecho con tal de ganar dinero.
-No te enojes Belisario, no fue mi intensión ofenderte -reviró Ebenezer, ya con un ligero temblor en la voz, al notar que sus palabras habían herido el orgullo del exsenador chiapaneco- perdón , ahora, por favor, dime, ¿Cuál es el mensaje que tu jefe, mandó a través tuyo para mi.
Medallas al Mejor Postor
-El mensaje que te traigo, malagradecido, es que no te confíes de los políticos, sobre todo de los del PRI, PAN y PRD, pues esos con tal ganar unas cuantas monedas son capaces de vender a su madre. Debes tener en cuenta -continuó el Tengu Belisario– que los únicos interés que tienen los políticos, son el de poder y el del dinero y que por obtenerlos, todos, todos, han vendido su alma al diablo y de esto no sólo son culpables los mexicanos, vete en el espejo de Donald Trump, de los jeques árabes, de los reyes y reinas europeos, etcétera. Si los políticos te dieron la medalla que lleva mi nombre, no fue porque realmente crean que eres un empresario que ha servido a México, ni que eres un filántropo destacado; ni te dieron la medalla por que has “creado….jajajajajaja….creado -al decir esto Belisario se doblaba de la risa y su tez, antes blanca, se empezó a tornar roja- muchos empleos». Te la dieron porque desean que sueltes la pachocha, que les sigas financiando sus asquerosas campañas, te dieron la medalla para que sigas reproduciendo el antiguo proceso explotador y sigas siendo, con tus acciones, un capitalista salvaje que somete al pueblo con sueldos miserables y jornadas de trabajo extenuantes, que hacen que la gente ya se quede sin ganas de nada, mucho menos de protestar. Y al hablarte de los políticos, no sólo te hablo de los que así se hacen llamar, lo mismo son políticos los periodistas chayoteros, los empresarios que como tú están viendo a que hora cae su competencia, para que, cual buitres, lanzarse sobre él y acabarlo y están viendo como especulan con el precio de los productos subiéndolo a su antojo, convirtiéndose en unos viles hambreadores, como tú sabrás.
Políticos, también lo son tus familiares que están allá abajo esperando a que hora te petateas para pelearse a muerte por tu herencia, así como lo hiciste tú en su momento. Lo son muchas de las asociaciones civiles que también quieren parte del pastel y a las que tú usas convenientemente para evadir impuestos; en fin, todos somos políticos hasta que se nos demuestre lo contrario.
Y ya por último, esto es cuestión personal, te advierto Ebenezer -Al decir esto el Tengu mensajero, empezó a transformarse en un gran cuervo- si vuelvo a escuchar que te burlas de la infamia que Victoriano Huerta cometió conmigo – BelisarioTenguCuervo decía esto mientras señalaba con la punta de una ala hacia su boca- o si lo vuelves hacer con la desgracia física de cualquiera, o te aprovechas, como lo hace el hijo del Tigre, de la discapaidad de cualquier ser humano, y si, además, no pones a buen resguardo la medalla que lleva mi nombre, vendré por ti, ya no como mensajero, vendré como un Oni **, y romperé todos y cada uno de tus huesos, te provocaré la enfermedad donde siempre tendrás sed y hambre que nunca te saciaras, y te provocaré llagas que nunca sanarán; desgarraré tu orto, despellejaré y quemaré tu cuerpo, te degollaré y no, no cercenaré tu lengua ¡te caparé! Sobre advertencia no hay engaño Ebenezer Billares Consales, no hay engaño. ¡Ah! y la medalla que lleva mi nombre no te la dieron por “tu inmenso amor a México…”, eso ni tú te la creiste Ebenezer , esa medalla, la mayor parte de las veces, se la han dado a complices del sistema, políticos criminales, de los cuales hay muchos allá abajo. Por lo tanto debes saber que te la dieron, en primera, porque tienes mucho dinero y en segunda, porque eres un mafioso igual a ellos. Y no te extrañen mis palabras Ebenezer -finalizó el Cuervo Demonio Tengu Belisario– a pesar de ser un diablo, me siguen provocando nauseas los abusivos, vendepatrias, explotadores y traidores.
Y diciendo esto, el Karasu Tengu Belisario Domínguez abrió sus alas y levantó el vuelo atravesando el techo de la casona de Xicotencatl, sin causar ningún destrozo (como los causados por james bond), mientras al mismo tiempo la estatua del héroe volvía a su pedestal, como si nada.
Ebenezer estaba petrificado, la imagen de Belisario, convertido en un cuervo y la amenaza, si lo hizo recapacitar. Sobre lo que le dijo de los políticos, eso era de sobra conocido, ya sabía que son una mafia, que maman de donde se les deja mamar y se prenden de la mamadera y no la dejan hasta que los echa uno a patadas. Pero lo de burlarse de la desgracia de un ser si le caló, pues él en su soberbía nunca había reparado en ello y siempre se burlaba de lo que él imprudentemente llamaba defectos físicos de los otros. Por último, Ebenezer pensó -en tanto se levantaba del frio suelo del patio del antiguo senado- que de inmediato, en cuanto volviera a su realidad, buscaría por cielo mar y tierra la mentada medalla, no fuera a ser que el cuervo si le aplicara el castigo prometido. Y fue en ese momento, mientras se incorporaba, que se dio cuenta que en su pijama, llevaba colgado el fistol que El Tigre había olvidado en el suelo de su recámara, esto le causó bastante extrañeza, pues no recordaba habérselo colocado en su ropa.
CONTINUARÁ…
* Karasu Tengu: Según la religión shintoistica, son representados con cabeza de cuervo, con pies y manos en forma de garra y con dientes afilados. Algunos también son alados. Viven en las montañas donde eclosionan huevos gigantescos. Se aparecen a los humanos en sueños y pensamientos. Son los encargados de repartir los mensajes de sus jefes. La gente los llama en oraciones para pedirles que ayuden a sus hijos y que encuentren el camino de regreso. Una de sus características principales es que los Karasu Tengu, al igual que todos los Tengus, son muy buenos luchadores con o sin armas, sobre todo con espadas. En algunos rubros populares, se relaciona a los tengu con el concepto de extranjeros en Japón. Los actos malvados de los Kasuru Tengu tienen un propósito moral escondido, así sea que esparzan la destrucción y el caos, enseñan paciencia, instruyeron modales a los criminales y se han vengado de asesinos.
**Oni es el demonio asociado con todos los tipos de maldad y de emociones dolorosas. Se dice que estos demonios merodean alrededor de los fallecidos, intentando “empujar” sus almas hacia el infierno. Dentro de la jerarquía de los demonios japoneses, son bastante peores que los “tengu” (demonios con aspecto de cuervo o gran nariz, más traviesos que malvados), capaces de causar graves daños a los humanos y traer la devastación a la tierra.
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LOS HECHOS, LUGARES Y/O PERSONAJES DE ESTA HISTORIA SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO, SEMEJANZA O SIMILITUD CON HECHOS REALES, PRESENTES, PASADOS O FUTUROS, SON PURA, CANIJA Y RECONDENADA COINCIDENCIA, Y NO SON RESPONSABILIDAD DEL AUTOR.
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